Día 23

Info actualidad:

  • Superamos a Italia en número de contagiados.
  • El Gobierno reparte un millón de test a las Comunidades Autónomas.
  • El Reino Unido liberará a 4.000 presos para contener la propagación del coronavirus en las cárceles.
  • Alemania acusa a EEUU de “incautar” en Tailandia cerca de 200.000 mascarillas procedentes de China cuyo destino era la capital alemana.
  • 130.759 casos de coronavirus en España, de los que han fallecido 12.418 personas y se han recuperado 38.080.

 

 

Hoy, domingo, es un buen día para reflexionar sobre lo que nos está ocurriendo. Ya he escuchado innumerables versiones sobre cómo se originó esto y quién tiene la culpa. Unos dicen que China creó el virus para expandirlo y hundir la economía norteamericana porque les estaban ganando la guerra comercial, y en cambio otros, que los servicios secretos de EEUU liberaron el virus en China para hundir su economía ya que estaban perdiendo la guerra comercial con el gigante asiático. También hay quien dice que fue la negligencia de unos laboratorios chinos que estaban alterando el genoma de un virus SARS que se les escapó de las manos. Incluso he escuchado decir que se trata de un experimento para deshacernos del exceso de población quitándonos de encima a jubilados y dependientes, y que por eso las principales víctimas son ancianos y personas débiles por patologías previas.

En nuestro país están los que afirman que el gobierno está actuando tarde y mal, y quien dice que nuestros gobernantes no pueden hacer más de lo que ya están haciendo. La oposición hace gala de sus “verdades” mostrando fakes sobre la gestión gubernamental, y a su vez el gobierno contraataca diciendo que toda la oposición está intentando minar la confianza del pueblo.

Cierto es que, a día de hoy, es raro no conocer una persona de nuestro entorno que esté o haya estado afectada por este coronado. Yo siempre he sido de los que no se conforman con una sola opinión y por eso siempre leo y escucho opiniones afines y contradictorias con mis pensamientos (me considero apartidista, que no apolítico). Todas las informaciones que pongo desde el primer día de cuarentena las he obtenido de diferentes medios informativos (EuropaPress, La Vanguardia, El Mundo, 20 minutos, El Pais, ABC, etc) y seleccionando las que, a mi forma de ver, consideraba más interesantes, pero intentando no poner únicamente noticias favorables o desfavorables, sino un poco de todo.

En estos momentos intento huir de todo lo expresado en forma política y quedarme únicamente con datos humanos, científicos y del día a día de toda esta problemática. Cada uno, en sus casas, tendrá la ideología que quiera y culpará de todo esto a quien ellos deseen, pero lo cierto es que los ciudadanos de a pié no tenemos culpa de este juego de dados con nuestro destino, que los gobiernos paguen científicos para que investiguen la forma de eliminar a parte de la población en lugar de fomentar la búsqueda de curas para la cantidad de enfermedades que nos acechan, que un grupúsculo de personas poderosas decidan qué tenemos que comprar, cómo nos tenemos que vestir o qué es lo ideal para comer, que si alguien no está de acuerdo con lo establecido se le aparte de cualquier toma de decisiones para imponer la que convenga al poder. Nos obligan a ser correctos con las ideas preestablecidas, a no sacar los pies del tiesto haciéndonos ver que nos convertiremos en unos parias y unos apestados ante la sociedad. Utilizan armas de desinformación para tamizar los conocimientos que nos puedan llegar. El “Club Bilderberg”, la “Comisión Trilateral” o el “CFR (Council on Foreign Relations)” nos hacen poseer una teoría de la conspiración bastante arraigada, viendo como se hace o deshace, al antojo de una serie de personalidades con poder suficiente como para realizar su “santa voluntad”. Desconozco si estos grupos de poder tienen algo que ver con lo que nos está ocurriendo, pero no dudo que son los que intentarán crear las condiciones adecuadas para que se cumplan sus megalómanos deseos, ya sea cuando todo esto pase, o incluso en estos mismos instantes, o ¿esto es parte de sus deseos?

¡A por otro día!

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